Magia en la mirada medieval: los dragones de Robledo.
Tienen muchos elefantes salvajes y unicornios, que son mucho más pequeños que los elefantes. Los unicornios se parecen a los búfalos en el pelaje, mientras que sus patas recuerdan a las de los elefantes. Tienen un cuerno en medio de la frente, grande y negro. Pero como arma ofensiva no utilizan este cuerno, sino tan solo la lengua y las rodillas. En efecto, tienen en la lengua espinas largas y agudas; de ahí que, cuando quieren atacar, aplastan y estrujan a la víctima con las rodillas y luego la hieren con la lengua. Tienen la cabeza como los jabalíes y la llevan inclinada; les gusta permanecer en el fango y en el barro. Son animales de aspecto muy desagradable y no se parecen en nada a las descripciones que de ellos hacíamos; en efecto, según una creencia muy extendida entre nosotros, los unicornios, se dejan prender por las vírgenes. Es justamente todo lo contrario. Marco Polo (1254-1324) describía de esta manera su encuentro en la Isla de Java con lo que debía de ser, según sus...